Una escritora de éxito queda atrapada en la terrorífica realidad de un campo de esclavos afroamericanos, del que intenta escapar.
Esta es una banda sonora que pretende dramáticamente lograr algo que no consigue, como sucede con el conjunto de una película mal explicada, torpe y muy superficial. Tiene por principales objetivos sumergir a los espectadores en el entorno, de modo inmersivo, y junto a ello pretende también hacer una proclama de principios, funcionar a modo de música para posicionarse y lanzar un mensaje a la audiencia. Para lo primero ni está ni se la espera y en lo segundo empieza muy bien (la primera escena, notable también musicalmente) pero acaba en lo impostado y lo ridículo. No hay estructura, ni desarrollo, tampoco narración, simplemente una sucesión de temas de parcheo, muy apelotonados, que acaban por ser irrrelevantes. Los autores, es obvio, no saben hacer cine con la música.