Unos turistas son atacados por un asesino caníbal en una isla griega, que trata de vengar la muerte de su familia.
Críptica, densa, caótica y demencial partitura electrónica, donde el compositor aprovecha cualquier recurso (desde la música griega a la clásica) para recrear un ambiente hostil, insoportable, absolutamente asfixiante. Se acompaña de Le notti erotiche dei morti viventi (80).