Hollywood, 1927. Un célebre actor del cine mudo vive en el éxito. Pero la llegada del cine sonoro marca el final de su carrera y lo lleva a caer en el olvido, mientras una joven extra empieza a ser propulsada hacia el firmamento de las estrellas.
Notable y muy esforzada creación en la que el compositor aplica una muy variada partitura en el modo y las formas de las peliculas de la época muda, esto es, de modo continuado y siguiendo las pautas de la narración del filme. Es también variada en cuanto a estilos, abarcando lo sinfónico, lo romántico, lo ambiental, lo humorístico e incluso el misterio, y tiene un estupendo tono añejo, que le da mucha verosimilitud. Todos sus temas son cuidadosamente elaborados, y cuenta con momentos de gran belleza. Se usa con propósitos dramáticos el tema de amor de Vertigo (58), del que se aprovecha su componente más trágico, en una importante escena.