Nueva entrega de la saga de videojuegos, ambientada en las invasiones vikingas del siglo IX.
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:
Banda sonora que supera lo hecho en las últimas entregas de la franquicia desde la notable Assassin’s Creed: Syndicate (15). En esta ocasión, los compositores más veteranos de la saga (Kyd y Schachner) aúnan fuerzas junto al músico noruego Einar Selvik y desarrollan una extensa creación aplicada fundamentalmente para la recreación de los entornos nórdicos y fomentar la exploración a través de ellos. A diferencia de Assassin’s Creed: Origins (17) y Assassin’s Creed: Odyssey (18) -en los que la recreación musical del Egipto Antiguo y la Grecia Clásica resultaba poco definida en general- en esta entrega es apreciable el esfuerzo por conseguir una recreación musical convincente del contexto cultural. Gracias a ello se consigue elevar la experiencia de juego destacando algunos momentos que devuelven algo de ese lirismo y encanto que antaño aportaba la música de la saga a las aventuras a través de los escenarios históricos. Sin ir más allá de apoyar la experiencia de juego a nivel ambiental, dramático y de la acción, esta es una banda sonora que hace de la música tradicional nórdica su eje vertebrador y que mantiene la esencia musical de la saga desde su comienzo.