Una cantante, con ayuda de su amante, contrata a un gigoló con el que pretende resolver un turbio asunto.
Banda sonora escrita para orquesta de cámara y sintetizador, con la que se recrea un entorno atmosférico opresivo para reforzar los componentes enigmáticos de la película, pero que se estropea por la abundancia de canciones del todo innecesarias.