Un hombre regresa al hogar de su familia con su hija, e intenta rehacer su vida escribiendo para un periódico local.
A pesar del evidente abuso de música celta, que resulta del todo lastrante para el filme, esta partitura tiene no pocas cualidades. Una de ellas es su pretensión de dotar de una atmósfera plácida e intimista a los ambientes en que se desarrolla el drama; otra muy destacada es la belleza de su tema principal, que conoce algunas variaciones y que es de gran elegancia.