Primera parte de una trilogía basada en la novela homónima de de Ayn Rand, centrada en unos Estados Unidos colapsados económicamente, donde se crea un nuevo orden social al que los ciudadanos deben intentar sobrevivir.
El compositor aplica una sólida y muy bien estructurada creación en tres frentes: música para el entorno donde se desarrolla la acción, con variedad temaria y alternancia entre lo épico y lo frenético, dando un cierto tono de grandilocuencia al conjunto, en algunos momentos muy enfático. Como contraste, música dramática apacible pero con un cariz melancólico casi mortuorio o, por lo menos, crepuscular, pesimista. Y finalmente un grandioso tema principal aplicado al protagonista, una melodía romántica, bella y muy expansiva, que acaba por inundarlo todo de optimismo y esperanza.