Tras un escándalo de pederastia en el seno de la Iglesia Católica una madre está decidida a vengar a su hijo, y de paso a todas las demás víctimas de la ley del silencio.
El compositor aplica una hermosa y delicada creación con variedad de temas, algunos con aires barrocos, y que en su conjunto dan al filme un tono moderadamente afligido, dolorido.