Un hombre acude a Roma con la intención de poder ver al Papa para explicarle algo, pero ese es el comienzo de una pesadilla kafkiana...
Banda sonora con música de apariencia formal y ceremonial, casi palaciega, que se emplea no solo para recrear un entorno demencial y grotesco sino especialmente para acosar al protagonista, de modo crecientemente obsesivo, con mucha ironía.