Tercera entrega de la saga iniciada en Austin Powers (97), donde el marchoso espía internacional debe enfrentarse de nuevo al Doctor Maligno y su cómplice Mini-Yo quienes, con ayuda del misterioso “Miembro de Oro”, fraguan un plan para dominar el mundo.
Puro divertimento, espectacular y frenético, donde el compositor se explaya con músicas que van de lo sinfónico al funky, todas ellas con gran solvencia y prestancia. Se trata de una partitura paródica, anárquica, que está perfectamente bien resuelta y estructurada.