En 1961 Rudolf Nureyev, el bailarín de ballet más grande de todos los tiempos, viaja por primera vez fuera de la Unión Soviética como miembro de la prestigiosa Kirov Ballet Company. Aunque el KGB sigue de cerca sus pasos y a pesar del gran peligro que conllevaba entonces la deserción, huirá tomando una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre.
Con música de Pyotr Ilyich Tchaikovsky, Alexander Krein y Ludwig Minku para las escenas de ballet, la música original del compositor, elegante y refinada, se ocupa de dramatizar el relato y las vivencias del protagonista, casi siempre desde una perspectiva externa, como si de otro ballet se tratara. Es variada en temas y sobresale por el protagonismo del violín, referente musical del personaeje.