Filme de seis capítulos, cada uno enfocado desde una perspectiva distinta con respecto a la frontera norteamericana y a los peculiares personajes que habitan en sus alrededores.
Dado que se trata de un filme de episodios, y que la música no los aborda de modo uniforme y continuado, esta es también una creación musical de episodios, unidos por cierto aire de tristeza y melancolía, con un punto amargo (puesto que la película es un western crepuscular sobre el crepúsculo del western y de sus personajes arquetípicos, con la muerte como denominador común) Las músicas son bellas, dramáticas, y cumplen eficientemente con sus respectivos cometidos.