La batalla entre dos potencias que luchan en el espacio.
En 1962, Roger Corman compró, remontó el film e hizo dirigir algunas escenas a Francis Ford Coppola, que utilizó el seudónimo de Thomas Colchart para realizar la labor, y encargó una nueva música a su padre, que firmó una creación de género en la línea usual de estas producciones, con música para generar tensión, suspense y cierta epicidad.