Segunda película de las aventuras de Batman dirigidas por Tim Burton, tras Batman (89). Aquí, el héroe enmascarado lucha contra el malvado pingüino y la enigmática Catwoman.
En esta partitura, a diferencia de su antecesora, el compositor se centra más en la descripción de una ambientación gótica y opresiva, de conformidad con los personajes malos del filme, lo que se contrasta con la fanfarria central dedicada al protagonista. El tema de Pingüino y el de Catwoman son memorables.