No sé a quién se le ocurrió semejante delirio, aunque (y contra todo pronóstico) THE BOSS BABY acaba siendo un film entrañable, tierno y muy divertido. No obstante, puede ser malinterpretado de diversas maneras. Es una película tremendamente desconcertante para los más pequeños y demasiado surrealista para el resto del público. No todos entrarán en su juego, pero los que lo hagan seguramente disfrutarán con la hilarante aventura que se propone y apreciarán su estilo visual tan cambiante y barroco.

De los recursos dramáticos mejor empleados durante el film destaca la banda sonora; una pieza vibrante y sutil que acompaña los acontecimientos de manera muy elocuente, aumentando la emoción de las escenas y describiendo el estado de ánimo de los protagonistas. Su tema central es estupendo y las distintas variaciones que conoce son realmente exquisitas. Además de eso, tiene una variedad de temas secundarios que están a la altura, ya sean dinámicos, de carácter cómico o dramáticos.

En definitiva, una peli más que decente y una música de Hans Zimmer y Steve Mazzaro ciertamente emotiva, con momentos sensacionales. El disco (obviamente) es una delicia.

El Bebe Jefazo es una opción bastante recomendable si quieren pasar un rato divertido y entretenido en el cine, y lo mejor es que disfrutan a partes iguales tanto adultos como los mas pequeños, al saber mantener un equilibrio bien definido en su delirante propuesta, con los mensajes familiares acordes a este tipo de películas, pero con un desarrollo de ideas tan absurdas y tan locas, que, solo por eso, ya merece la pena darle una oportunidad.
Respecto a la banda sonora de Hans Zimmer y Steve Mazzaro, se puede decir que en determinados momentos es uno de los pilares fundamentales del film. Crean un tema central que sirve para mantener la unidad familiar de los protagonistas, y consigue desarrollarlo de forma jocosa en un principio para despues añadirle unas punzadas dramáticas en los momentos precisos para llegar, a lo que seguramente sea, uno de los mejores momentos musicales del año, y que corresponde con el tema Love, y que en el film queda de forma magistral, imponiendo su discurso de manera exacerbada y espectacular en un momento practicamente sin diálogos, adquiriendo la banda sonora del dueto de compositores un protagonismo increíble y que aporta la emoción que requería la escena de forma magistral, y no os miento que hacía tiempo no escuchaba una simbiosis entre música e imagen tan emocionante como la aquí presente en bastante tiempo.
El resto de la banda sonora, desde luego, es estupendo, y es un retorno del mejor Zimmer con una propuesta que, en este caso le va como anillo al dedo, y al igual que sus creadores, sabe encontrar un equilibrio perfecto entre el tono absurdo del film, con una música desenfadada y jovial, con otra mas seria que sabe desarrollarse de forma estupenda sin que se vea descompensada una parte u otra. En ese sentido, se consigue crear una solidez en la composición que, además, narrativamente, funciona maravillosamente para conseguir su objetivo representado en su soberbio tema final. Por lo demás, he de destacar que la selección de canciones que aparece en el film no podía ser mas adecuada (los títulos de crédito iniciales, muy simpáticos, es un buen ejemplo) y no entorpece la linea por la que transitan tanto Zimmer como Mazzzaro.
El Bebé Jefazo (The Boss Baby) es un estupendo regreso de Hans Zimmer tras un año 2016 bastante decepcionante. Esta obra confirma que sigue estando en plena forma, disfrutando como un auténtico crío del proyecto, sabiendo manejar con un equilibrio esplendido el desenfreno de las partes cómicas con los bloques mas sentimentales, sin que ninguna llegue a molestar a la otra (entre medias hay bloques de acción estupendos también). Si a eso añadimos que posee uno de las mejores momentos musicales que encontraréis este año (por la importancia que se da al uso de la banda sonora...todo un detalle en estos tiempos), no puedo sino mas que recomendar esta obra que, desde luego, resulta harto recomendable, y que vuelve a poner a Zimmer en primera linea.