Un ingeniero de sonido trabaja en un filme de horror italiano, pero la realidad comienza a parecerse mucho a la ficción.
En este filme-dentro-de filme, los compositores crean músicas tanto para la película que se rueda en la ficción como para la película en sí. Se trata de una ecléctica creación, que fusiona música y efectos sonoros, que incluye pop, electrónica y psicodelia, homenajeando el estilo Giallo al que la propia película rinde tributo, de modo solvente.