Una pareja francesa vive en una aldea del interior de Galicia, pero su convivencia con los lugareños se tensa, especialmente por un conflicto con sus vecinos, dos hermanos.
SPOILERS
Este intenso filme cuenta con poca música que se dosifica para remarcar puntos y momentos concretos, dejando que la tensión y lo dramático evolucione con la aspereza -y la verdad- del sonido ambiente. La música participa de modo activo en dos estadios, que se corresponden a las dos partes argumentales: en una primera es ruda, arcaica, primaria, pertenece al entorno, es orgánica y es hostil a los franceses (y espectadores). Con ella, el lugar deja de ser idílico y tranquilo. En la segunda la música es dramática, rota, destruida, con algunos elementos de la anterior, y procede de la mujer francesa. Con ella, se evidencia las turbulencias de una mujer que aparenta control. Se transita así de música de acoso a música de ahogo, de fuera adentro y de dentro afuera.