Un escritor en horas bajas recoge a un vagabundo y le ofrece quedarse con él en su apartada cabaña de madera. Pero el extraño decidele como rehén y lo obliga a escribir todos sus secretos íntimos, enterrados durante años...
El compositor aplica una creación que busca consolidar su espacio en los terrenos de lo dramático y lo psicológico para poder explicar lo que sucede en el resto del filme. Pero no llega a encontrarlo: hay música para la acción, la perturbación, la desolación y la esperanza, que no llegan a consolidar un discurso comprensible, a pesar de contar con un brillante tema inicial -será el principal- que es categórico y retentivo, construido a partir de unas breves notas y que, moderadamente siniestro, podría funcionar como contratema. La falta de solidez estructural, de relevancia y significación en el resto de temas hace que en su conjunto la música no pueda cumplir sus objetivos.