Tras los acontecimientos de Captain America: Civil War (16), T'Challa regresa a la nación de Wakanda para ser proclamado rey. Pero la reaparición de un rival pone en riesgo el reino.
Banda sonora para la que el compositor ha recurrido a músicos e instrumentistas africanos con el propósito de hacer una música orgánica, de la tierra, enraizada en el lugar. El propósito y las intenciones son obvios, pero los resultados son dispares, porque no es suficiente con eso: hace falta además hacer música (de cine) con esos recursos o acaban siendo meras exhibiciones muy vistosas en sus formas y vacías en su fondo. El problema de esta creación es que no explica nada interesante ni tiene una mínima estructura temática que la haga sólida. Es una sucesión de temas musicales, algunos imponentes pero la mayoría irrelevantes e intercambiables entre sí, con los que ni se genera ningún discurso que beneficie al resto del filme ni entra a dar pauta alguna sobre su protagonista o su antagonista: todo queda en la superficie, en algo que es meramente estético. Es música que se ha originado en el Continente africano para acabar siendo la hollywoodiense de casi siempre y, por tanto, bastante desperdiciada.