Un solitario capitán de submarino reúne una tripulación para conseguir un tesoro hundido en el Mar Negro. Pero poco a poco la avaricia y la desesperación se hacen con el control de la embarcación...
Banda sonora ambiental y de acción, en la que se generan unas expectativas luego frustradas: el compositor aplica una música claustrofóbica, progresivamente cada vez más tóxica e irrespirable, pero que acaba por ser estática, monótona y que finalmente disminuye en la tensión buscada, resultando en parte indiferente. La resolución dramática, el aire limpio musical que debe reemplazar aquella música, es insustancial, en la forma de un muy sencillo tema principal.