Una joven es la única que supera en belleza a una malvada reina, decidida a destruirla a toda costa. Pero la soberana ignora que un cazador, cuya misión era matarla, ha enseñado a la joven a defenderse.
El compositor aplica una enérgica y poderosa partitura sinfónica que brilla más por su contundencia que por su estructura y sus temas individuales, no especialmente destacables. Recrea eficientemente un entorno moderadamente oscuro y tenebroso que libera con música enfática y mística, que es la parte más interesante de toda esta creación. Pero en su conjunto es una creación a la que le falta solidez y brillantez en su algo diluido tema principal.