Crónica de las horas previas al asesinato de Bobby Kennedy, político y hermano del también asesinado Presidente John Fitzgerald Kennedy.
Partitura dramática que alterna lo solemne con lo tenso y lo elegíaco, de modo nunca exaltado sino cauto y moderado. El compositor aporta un tono triste con el empleo de la trompeta, y mantiene estable su evolución hasta llegar a un radiante final.