Un muchacho que convive en una familia desarraigada y en un ambiente urbano duro, intenta sobrevivir y encontrar su propio espacio.
El compositor sustenta el grueso de su trabajo en una serie de melodías sencillas e intimistas, que buscan efectuar cierto contraste con el dramático argumento y así relajar el filme. Algunos temas se apoyan en instrumentos como el piano, la harmónica o la guitarra, que aportan un cariz evocador y otorgan a la partitura un sentido moderno, a modo de la música urbana tan característica en este tipo de películas.