Un director de prisiones decide hacerse pasar por recluso para poder ser testigo de toda la corrupción y la tensión existente en la cárcel, poniendo a riesgo su vida.
Banda sonora en la que el compositor aplicó música folk y sureña con fines ambientales pero también dramáticos. Fluye de manera mansa a lo largo del metraje y destaca por el empleo de instrumentos solistas.