El Diablo ha llegado a un pequeño pueblo americano y encandila en un torrente de pasión, desenfreno y sexo a tres mujeres bien distintas.
Partitura de jocoso y bufonesco tema principal, sobre el que el compositor ejecuta algunas variaciones y le sirven de expresión musical de los trapicheos del diabólico y hedonista personaje principal. Lo compensa con melodías más apacibles, en emulación de la inocencia y cierto candor de las mujeres que son seducidas, de tal modo que el enfrentamiento entre el diablo y las féminas se traslada, de algún modo, a la música.