Un matrimonio se queja a sus vecinos por un árbol que les hace sombra. Lo que comienza siendo una discusión rutinaria acaba en un gran estallido de violencia sin control.
El compositor aplica una banda sonora fría y aséptica, con uso de la electrónica e instrumentos reales, para generar un entorno que va de lo desolador al desconcierto, y que funciona por contraste con la comedia del filme. Es variada en temas y acaba siendo algo monótona.