Atrapados en un búnker durante la Primera Guerra Mundial, un grupo de soldados se enfrenta a una presencia impía que poco a poco los vuelve unos contra otros.
Banda sonora que se aplica para generar una claustrofobia creciente y para enfatizar el terror, con música sinfónica que evoca en varios momentos a las partituras antiguas del género, lo que ayuda a contextualizar más el filme en su época. Tiene momentos intensos y muy brillantes, y en su conjunto es lo más destacado de la película.