Un taxista y su familia se van a pasar el domingo a la playa, para recoger coquinas. Allí se encuentran con un robusto hombre negro, que acaba de atravesar el estrecho para entrar en España. Inicialmente se asustan por su presencia, pero poco a poco le cogen simpatía. Hasta que llega una banda de cabezas rapadas y deben tomar la decisión de ayudar al inmigrante o salvarse.
Partitura que se implica en el drama de la película y progresa a la par que éste, transmitiendo sentimientos dispares como la belleza o la intolerancia. Incluye hermosas voces que entonan un cántico burundí que el compositor seleccionó para la ocasión y que aplica en aquello que se refiere a la idealización que tiene el hombre negro del entorno al que ha llegado, en tanto que se utilizan contundentes percusiones para remarcar el peligro de la presencia de los cabezas rapadas.