Música no cinematográfica, que el compositor escribió para distintos acontecimientos, como la ceremonia inaugural de los J.J.O.O. de invierno 2002 de Salt Lake City (EE UU), con una fanfarria espectacular apoyada por coros; o la conmemoración del Milenio en Washington; o una boda real nipona... todo ello con su magnífico sentido de lo sinfónico, tan bello y tan elaborado.