Un joven que padece una enfermedad renal conoce a un hombre que le abre la posibilidad de imaginar una vida mejor a través de la poesía y de la aventura interior. Un verano encuentra a su musa y comienza un idilio con ella.
Excesiva partitura, que interactúa en la película sin ponderación alguna: está tan omnipresente que acaba por ser un lastre, muy poco eficiente. Es sustancialmente ambiental (con sonidos acústicos y cierta variedad estilística), pero parca en su temario. Musicalmente, es notable; cinematográficamente, altamente deficiente.