Dos amantes irlandeses sufren la rivalidad de sus familias por una parcela que separa sus dos granjas.
Hermosa creación dramática y romántica con música sinfónica y aires celtas, brillante tema principal y solidez en su estructura temática. No logra levantar una película que cae en los peores tópicos y clichés del melodrama, bordeando en no pocas escenas el ridículo, pero la música no contribuye a ello pues la compositora evita lo edulcorado y las trampas que suelen ser recurridas en este tipo de filmes. Es uno de los muchos ejemplos de una buena banda sonora en una mala película.