Tercera entrega de Cars (06). Sorprendido por una nueva generación de corredores ultrarrápidos, el coche protagonista queda relegado repentinamente del deporte que tanto ama. Pero se empeñará en volver a triunfar.
De las tres entregas de películas esta es la que tiene una banda sonora más sólida e interesante. Una vez más, las prescindibles canciones comerciales que pueblan la película perjudican y mucho la fluidez de la música del compositor, que queda así interrumpida. Es en todo caso una creación en la que abarca y aborda con exquisitez y solvencia lo dramático, lo heroico y la acción. Las melodías dramáticas, elaboradas, dan un tono grave y afligido, pero pronto dejan el camino despejado para el énfasis con músicas que, referenciando en cierto punto a Copland, exponen lo mejor del propio Newman, especialmente en el brillante y animado tema principal pero también en varios otros momentos dinámicos. Todo ello, aunque le falte solidez y consistencia, hecho con elegancia y belleza.