Una superestrella pop es abandonada por su prometido, una estrella de rock, momentos antes de su boda en un concierto en el Madison Square Garden, por lo que ella por revancha se casa con un fanático que escoge entre el público.
El compositor firma una dulce y hermosa creación romántica y sentimental, algo edulcorada y sencilla en su estructura y melodías, donde se destaca su tema principal. En el filme debe convivir con canciones, y así no tiene demasiado espacio para maniobrar en desarrollo o evolución. Aún así contiene momentos muy agradables, aunque en su conjunto es una banda sonora con mejores pretensiones que resultados.