Miniserie televisiva basada en los hechos reales protagonizados por Rosario Porto y Alfonso Basterra, matrimonio qie denunció la desaparición de su hija adoptiva, cuyo cuerpo fue encontrado horas después y la investigación policial que los desveló como autores del crimen.
La música de los compositores para esta serie es más de sombras que de luces y más de interrogantes que de respuestas. Evitando tanto el maniqueísmo como cualquier tipo de sentimentalismo exploran y ahondan en lo misterioso del suceso aportando una perspectiva folclórica que es casi arcaica y que enraiza a una Galicia críptica, oscura y primaria, completamente distinta a la real en la que se desenvuelve la trama de investigación. La zanfoña es el instrumento orgánico principal pero suena turbio, inquietante, como si fuera la puerta sonora que separa los dos mundos tan diferentes, un conducto a una zona infranqueable e inexpugnable en el que están emocionalmente -y también mentalmente- la mujer y su marido, si bien el foco está mucho más sobre ella y él parece estar más abducido. La música -también con la ayuda de diversos instrumentos intervenidos- los coloca a ellos y al propio suceso en otro plano, en otra dimensión, en una abstracción más de tiempos de meigas que actuales.