Una estudiante de la facultad de Bellas Artes comparten su pasión por la pintura con dos compañeros, en una historia de amor que durará hasta que la época de aprendizaje termine y deban enfrentarse al mundo real.
En una línea dramática e intimista, el compositor desarrolla una partitura sobria, austera y contenida en sus emociones. Se sostiene en una estructura clásica, donde su bello tema principal es referencia y eje del resto de temas secundarios, pero todos ellos ubicados en mismo nivel dramático, que responde al precepto de la pureza y la inocencia. Se trata de una música limpia, honesta, que no cae en lo melodramático.