Una joven con obesidad mórbida soporta las continuas burlas de las otras chicas de su pueblo, pero todo terminará cuando un desconocido secuestre a sus acosadoras.
Este filme aborda el relato de bullying a una chica con obesidad mórbida, una historia de terror slasher y también algo de comedia, en una mezcolanza que la música sigue una línea de gravedad, seriedad, con una implicación que es paulatina y creciente. Durante todo el primer bloque del filme apenas hay música, aunque indicios de que va a tomar forma, y todo el final está lleno de ella: no es la música convencional en este tipo de películas sino una que es dura, industrial, caótica y deshumanizada, que no se posiciona en el plano de las emociones sino que juega a la baza del desconcierto, de generar un espacio irreal, abstracto, que es aquél en el que entran la protagonista y la audicencia.