Una mujer con una misteriosa enfermedad sanguínea se ve obligada a entrar en acción cuando un grupo de terroristas secuestra un vuelo transatlántico nocturno. Con el fin de proteger a su hijo, tendrá que revelar su oscuro secreto.
La compositora firma una banda sonora con mejores intenciones que resultados, que pretende servir para la tensión y para la emoción, pero que acaba por ser errática, confusa, dispersa y solapada. Es especialmente notable en lo musical y en el refinamiento de su tema principal, que une a madre e hija, y también por la electrónica, pero hay un pobre desarrollo de la música, que avanza a trompicones y que acaba por ser más de resoluciones inmediatas que de establecer un entorno o un arco dramático interesante. Es, así, música muy interesante pero también muy desaprovechada.