Serie televisiva. La agencia mundial de espionaje Citadel ha caído y la memoria de sus agentes ha sido borrada. Ahora, el poderoso sindicato Manticore se alza en el vacío. ¿Podrán los agentes de Citadel recordar su pasado y reunir fuerzas para contraatacar?
Reseña de Manuel Báez:
Alex Belcher, colaborador habitual de Henry Jackman, se encarga de la composición esta, la serie estrella de Amazon Prime, cuya campaña publicitaria ha insistido que es una de las series más caras de la Historia. Antes de comenzar el análisis, se debe tener en cuenta la serie se mueve en un género bastante manido, el de espías, y que las principales críticas recibidas se basan en un falta de originalidad, en un guion bastante limitado y en su falta de personalidad, algo que también afecta sobremanera a su banda sonora, que parece seguir el ABC de las películas y series de acción y espionaje. Si bien la música no resta al conjunto, el problema es que tampoco suma nada, no genera en ningún momento la sensación de ser la banda sonora de Citadel sino una creada para cualquier serie o película de espías que podría ocupar otro lugar o utilizarse en otro producto similar.
La narrativa musical es prácticamente inexistente, con temas que se limitan a reseñar aquello que ya enseña la acción y cuya aparición obede más a un mero proceso de asociación tema-personaje. Apenas hay transformaciones motívicas y los temas no crecen a medida que lo hacen sus personajes, más allá de algún pequeño juego entre el personaje principal y su antiguo yo, que podría haberse explorado mucho más. Por otra parte, su uso dramático es tremendamente genérico: ostinatos en cada secuencia de acción, notas graves tenidas en escenas de tensión... no hay una identidad propia, sino que parece un producto industrial realizado a través de una guía.
No es que la música sea mala, porque no sería justo decirlo, y tampoco es que haga nada mal. El problema es que hace exactamente lo que podría esperarse en todo momento, de forma que la música de cada escena podría ser intercambiada por la de un tráiler u otra película de acción, sin que el conjunto se viera perjudicado. Por último, y al margen del análisis, no puedo dejar de comentar que, aparte de la calidad de la serie o su banda sonora, la decisión de no incluir en los créditos el nombre del compositor y de otros creativos que están a cargo de la serie me parece triste: pareciera que en la serie de Amazon solo han participado productores ejecutivos, obviando en todo momento el reconocimiento de quienes han trabajado en el plano artístico. En definitiva, la banda sonora de Citadel no parece haber aprendido de su hermano mayor, James Bond. Es uno de esos casos en los que podríamos hablar de música para la imagen, limitándose a reseñar aquello que ya se ve y se conoce sin aportar más que un colchón musical intrascendente y genérico, acorde con la propia serie.