Un grupo de bandoleros mexicanos asesinan a un sacerdote y varios de sus feligreses. Diez años después, la viuda de uno de ellos reaparece en busca de venganza.
Lejos de seguir la línea habitual en la música del género del western, el compositor aplicó una partitura sombría, intensamente dramática y desesperanzada, sin concesión a lo enfático o heroico. Lo hizo con solvencia temaria, instrumental y estructural, y en la que también incluyó cánticos religiosos casi mortuorios. Se acompaña de Savage Pampas (66).