Con la Tierra en guerra y en plena crisis energética, un equipo de astronautas busca en el espacio una solución a los problemas del Planeta....
Como sucediera en 10 Cloverfield Lane (16), el compositor intenta levantar con su música un proyecto que no funciona, y en ese intento se produce un efecto del que, naturalmente, no es culpable: la música está muy por encima del resto de la película produciéndose con ello una gran impostura, con resultados forzados y artificiosos. La música es mucho más explicativa, intensa, terrorífica o dramática que lo es el resto de la película, y ello no sirve para hacer a esta, en su conjunto, más explicativa, intensa, terrorífica o dramática. Es uno de esos casos en los que una gran creación musical se desperdicia (fenomenal tema principal) y se estrella contra la impericia de una pésima creación audiovisual.