Serie televisiva, adaptación de la novela homónima de Fernando J. Múñez, ambientada en el Madrid del Siglo XVIII, sobre una joven que comienza a cocinar para el Duque de Castamar, lo que cambiará la vida de ambos.
Segundo volumen con más música de la serie televisiva, en el que se desarrollan los temas presentados en el anterior. Ambos volúmenes, de todos modos, incluyen solo una selección de músicas. El compositor firma una elegante creación que cumple con creces el cometido de cubrir los requerimientos ambientales, dramatúrgicos y narrativos de la serie, aceptando y acomodándose a los códigos usuales del género del melodrama romántico, de modo conservador y tradicional, ortodoxo. Y a pesar de los clichés y tópicos convencionales de la serie no renuncia a manener la integridad a la que debería aspirar cualquier compositor cinematográfico pero que tantas veces es sojuzgada en beneficio del edulcoramiento o de lo meramente comercial. Aquí Palomares acepta y asume esos códigos y formas pero lo hace desde la exquisitez, la elegancia y el absoluto respeto por la serie a la que contribuye a elevar con música barroca para el entorno y un más que notable tema principal romántico del que se saca máximo provecho, así como con temas dramáticos que dan solidez estética y estructural al conjunto.