Cuando su hijo desaparece y es dado por muerto, una madre acusa a un afroamericano y crea una controversia racial. Un detective negro decide investigar.
El compositor recrea una atmósfera turbia y dramática con música orquestal y electrónica, y pauta un tono estable, deliberadamente monótono, tan solo contravenido por momentos más líricos, de cuidada belleza y cariz nostálgico, con un sentido piano.