Usuario: jewen (Jesé Cabezas)
Fecha de publicación: 15.05.2018
Que John Powell esta (cuando disfruta de libertad) a un nivel creativo magistral no es una novedad.
Pero recién revisada la película me rindo definitivamente ante esta pieza de arte que es How To Train Your Dragon 2.
Mucho se ha comentado, y mejor de lo que yo podría hacerlo, sobre esta bso, pero me gustaría destacar tres piezas que conforman este guión musical de primer orden:
SPOILERS
Track1. Dragon Dancing
En apenas 5 minutos de película Powell es capaz de hacernos un resumen de toda la temática estructural presentada en la entrega original.
Consiguiendo justo lo que la secuela necesita en primera instancia, hacer sentir al espectador parte de este mundo y dejar bien claros los fundamentos desde los que se desarrollara la nueva aventura. Haciéndolo todo con el humor, corazón y espectacularidad que caracterizan a estos personajes y su mundo.
Track 12. Battle of the Bewilderbeast
Drago y su inmenso ejército bombardean el hogar/nido del dragón Bestibestia. A través de un plano cenital impresionante acompañado de una amenazante variación del tema principal se nos pone en la antesala de la inminente y descomunal batalla que se aproxima.
Dudas, terror, conmoción, son los sentimientos que podemos observar en los personajes, y de los se nos hace participes a través de la música.
Los dragones adultos del nido empiezan a contraatacar al son de un violento compas, y como ataque sorpresa reaparecen los jóvenes jinetes de dragón de isla Mema, acompañados por una jovial introducción al tema de guerra vikingo que explota en todo su esplendor al mermar el frente de batalla y liberar a los dragones cautivos.
Entre el caos de la batalla aérea Brusca cae desde su dragón y es rescatada simultáneamente por Mocoso y Patapez. Powell aprovecha este breve lapsus para introducir una variación coral e idílica del tema de Astrid que refuerza el humor romántico-heroico de la escena para rápidamente devolvernos al fragor de la batalla.
Y como rayo de esperanza aparece otra variación del tema principal, esta vez glorioso y emocionante junto al vuelo de Hipo, Valka y Estoico, quienes toman por sorpresa a Drago y sus defensas.
El tema principal deja a un lado su corte épico para devolvernos su característica melodía mientras Hipo/Desdentao introducen a Astrid (y al espectador) a la verdadera sorpresa.
Mientras observamos a Valka y su dragón sosteniendo el vuelo frente al nido justo detrás de manera asombrosa aparece El Dragón Alfa, la Bestibestia con su tema musical, previamente solemne y magnánimo, convertido ahora a épica fanfarria triunfal.
Y aquí es donde John Powell se desata por completo en le escena, toma el control de la narración totalmente y eleva la película a niveles impensables.
Un asombroso compendio temático, en el que se van entrelazando con una naturalidad y frenetismo asombrosos, tanto el tema principal en todo su esplendor, así como diversas variaciones del mismo, el amenazador tema de Drago o el tema del Alfa.
Después de semejante pieza musical, podría destacar otras tan hermosas y sentidas como la confrontación con Drago o la despedida de Estoico. Donde el uso de la narrativa musical es igualmente sensacional. Pero salto directamente al desenlace.
Track 18. Two New Alphas.
Por dónde empezar. Un final de redención, de aceptación y de victoria.
De nuevo Powell dota de una fuerza no solo orquestal o sonora sino narrativa todos los matices que hacen que el espectador quede admirado ante la emoción y la belleza de estar viendo un cierre inesperado que es sin duda un absoluto punto de inflexión para personajes y argumento.
Donde sobre todo destaca el uso del tema marital Valka/Estoico, el tema del Alfa y algunas variaciones nuevas sobre los temas principales.
Y sobre esto último me gustaría puntualizar una sensación que se repite a lo largo del film, y es que de vez en cuando da la impresión de que Powell nos está introduciendo a nuevos leitmoivs, pinceladas de temas que quizás desarrolle en la inminente tercera entrega, y que durante los primeros minutos de este último tramo se hace más evidente, exactamente entre los segundos 18 a 30.
En estos días podía ver las declaraciones de Powell en un podcast a colación de su reciente trabajo en “Solo: A Star Wars Story”, donde el compositor alababa la faceta polifónica de las composiciones de Williams y su profundo desarrollo, admitiendo que él intenta seguir esa senda pero que no puede alcanzar ese nivel.
Modestia aparte, John Powell después de la primera How To Train Your Dragon no tenía que demostrar nada más, pero como ya hiciera Williams con su The Empire Strikes Back, él no solo consigue mantener el nivel artístico de su trabajo original sino que lo agarra con fuerza, lo tuerce, juega mesuradamente con él, lo enreda entre nuevo material temático que se siente fresco y natural en la paleta de color musical de es esta saga, e incluso lo consigue elevar dotándolo de una trascendencia narrativa y emocional al alcance de muy pocos.
Por supuesto la partitura se ve sustentada por un trabajo visual de un poderío artístico absoluto, así como unos personajes vivos con los que poder empatizar es un placer absoluto.
How To Train Your Dragon 2 es una experiencia para celebrar, una banda sonora de las que hace amar el cine, que te absorbe por completo en lo que te quiere contar y que te hace ser partícipe de este asombroso relato.