Adaptación del libro escrito por el ex-Ministro de Finanzas griego Yanis Varoufakis durante la crisis griega de 2015.
En el regreso de Costa-Gavras a la realidad griega, tras la mítica Z (69), el director recupera el espíritu de aquella película y de la música que tanto significara Mikis Theodorakis con un Desplat que rinde tributo al país heleno, a su folclore y a la dignidad de su gente. El compositor francés lo hace con una fórmula muy similar: un tema contundente, muy personal y retentivo, que conoce diversas apariciones como referente aquí de la proyección internacional de Grecia y que también se aplica para enfatizar el anhelo de liberación del yugo económico impuesto por Europa. Junto a este tema, otros lo son para la recreación ambiental y también para la ficción dramática. A diferencia, eso sí, del filme de 1969 esta película es bienintencionada pero de resultados más discretos, lo que hace que la música, también bienintencionada, no se eleve ni trascienda como la de Theodorakis.