Un niño que vive en un pueblo de Irlanda es testigo de las convenciones e hipocresías de la sociedad que le rodea, por lo que se refugia en su mundo interior.
Partitura que arranca con una fanfarria cómica deliberadamente grotesca que progresa hacia un lenguaje más opresivo y claustrofóbico, en el que las voces corales juegan un papel importante. Una sensación de locura contenida que es el perfecto reflejo de lo que podría llamarse una pesadilla musical, en la que se incide en sonoridades agresivas.