Sátira política en la que, para ocultar un escándalo sexual del presidente de Estados Unidos, a pocos días de las elecciones, sus consejeros se ponen en contacto con un hombre que elabora una guerra ficticia en Albania, de la que el máximo mandatario pueda salir como un héroe de la paz, y ser así reelegido. Para conseguirlo, cuenta con la colaboración de un productor de Hollywood, ansioso porque su trabajo sea públicamente reconocido.
Banda sonora que recurre a los estilos pop, rock y jazz que sirve para relativizar, en parte, el trasfondo dramático de la película.