Un psiquiatra de la policía se ve involucrado en una demoníaca pesadilla cuando encuentra al cuerpo de un niño, sacrificado en un ritual.
Elaborada partitura de género, con tema principal de tono evocador, místico y casi religioso (con coros infantiles) y una base musical mayoritariamente atonal, asfixiante. En estos dos extremos el compositor desarrolla una obra sólida, firme y de gran fortaleza, donde las voces y percusiones aportan también un toque tribal.