Serie televisiva de marionetas, ambientada en un mundo dominado por la pérfida raza de los Skesis, desde que se oscureciera el cristal que conducía al país por el camino del bien. Unos jóvenes intentarán devolverle la luz.
Esta es una banda sonora que queda muy lejos, a distancias siderales, de la creación que hiciera Trevor Jones para el filme de 1982, cuyo tema principal se referencia. Hubiera sido mejor no haberlo referenciado pues se cumple una vez más la máxima de cuando se cita a una obra original de primera categoría, es fácil olvidar la música de quien lo está citando. Ciertamente la referencia es mínima y la comparativa dentro de la serie injusta precisamente por ello, pero de todos modos aquí no hay rastro alguno de inspiración ni talento. Solo hay rutina y apatía.
No necesariamente es solo culpa de la poca habilidad del compositor. Aparentemente esta serie se ha concebido y producido sin pensar en lo que podría hacer la música en ella, sin dejar espacios para que pueda tomar el control, elevarse o trascender. Aparentemente, el compositor no parece haber dispuesto de mucho tiempo para poder crearla, por su débil estructura, su nulo desarrollo dramático y sus excesivos momentos meramente de relleno, lo que le ha obligado a ir colocando la música allá donde podía, algo terrible. Lo que no es una apariencia es que esta serie tiene un mal montaje sonoro, que prima diálogos y efectos sonoros por encima de la música: la prioridad de los primeros es obvia; la de los segundos no lo es tanto. La música más relevante -que la hay- queda igualada en volumen y nivel de percepción sonora a la que es menos relevante, resultado en su conjunto plana, monótona, y allá donde intena ser enfática y épica (o emotiva y dramática) acaba por ser más de parcheo que de implicación.
Musicalmente tampoco tiene interés. Esto no tiene nada que ver con el festín de Spider-Man: Into the Spider-Verse (18), donde el compositor pudo experimentar y sobre todo participar activamente en la construcción del filme. En esta serie por unas razones y otras, esta banda sonora es dispersa, inconexa, a ratos interesante y en los más irrelevante y, sobre todo, no aporta absolutamente nada que no esté ya explicitado en el resto de la serie. Es, así, inútil.
Hay un segundo volumen con más música.