A la muerte de su madre, tres hermanas se reunen para el entierro y deciden viajar en busca del padre, que vive lejos de allí. En el viaje, saldrán a relucir las diferencias que las mantuvieron tanto tiempo alejadas unas de otras.
Delicada partitura constituida en base a breves melodías muy evocadoras, que ayudan a convertir en idílicos los paisajes en donde transcurre la acción, así como a describir la fragilidad en las relaciones que se entablan entre las tres protagonistas y su necesidad de recibir y dar afecto. La música se espacia mucho a lo largo de la película, pero goza de un mismo sentido melódico y estilístico, lo que ayuda a establecer una conexión emocional en todo el filme. Su romanticismo está muy controlado e influenciado por la música tradicional de Euskadi. Esta partitura se acompaña con selecciones de otras obras del compositor.