Este es un Brian Tyler menor, aunque eficiente y con un estilo diferente del que nos viene cargando los últimos años: no tiene su imprenta y eso, en algunas ocasiones, es de agradecer. Aún siendo un Tyler distinto, tampoco acaba de convencer en esta pequeña obra misteriosa y enigmática.
En lo personal, Tyler me gusta por el protagonismo que da a los temas principales y el ímpetu orquestal que pone en ellos, algunos con melodías diferenciadas y otras con puro sonido de orquesta sin ningún ritmo o melodía pegadiza, aunque este último caso acostumbra a ocurrir pocas veces. Después, se desvía y empieza a cargar la banda sonora de música demasiado ampulosa pero no es mal compositor.

Aquí no es distinto: claramente, el punto más importante e interesante de la partitura es el tema principal, un tema maravilloso, como decíamos antes, misterioso y enigmático, lleno de matices sonoros inquietantes y con un dramatismo ejemplar. Viento y cuerdas se unen en una tétrica atmósfera musical con unas voces femeninas decadentes y una melodía muy pegadiza, que en películas de este tipo no acostumbran a aparecer y que serán referencia durante toda la partitura, algo a lo que sí nos tiene acostumbrados Brian.

No es una obra tampoco muy convencional, como indican aquí. Hay varios temas de acción potentes, con mucha percusión y algún que otro track un poco más lírico, incluyendo un pequeño y corto Vals que aligera la escucha. La corta duración y las variaciones del tema principal también hacen que la partitura sea un poco más amena aunque al final del todo no acabe quedando para la memoria. Lo dicho, una obra menor aunque eficiente y con un tema principal maravilloso.